Esta balsa inflable formaba parte del equipo de emergencia de buques y aviones militares. Está diseñada para desplegarse automáticamente al contacto con el agua y brindar refugio ante situaciones de naufragio o evacuación. Su color naranja facilita su ubicación desde el aire o a distancia en el mar.
En su interior contiene elementos esenciales para la supervivencia: agua potable, alimentos no perecederos, botiquín de primeros auxilios, bengalas, linterna, manta térmica, entre otros recursos.
Durante la Guerra de Malvinas, estas balsas fueron fundamentales. Tras el hundimiento del ARA General Belgrano el 2 de mayo de 1982, cientos de tripulantes lograron sobrevivir gracias a ellas. Muchos pasaron más de 24 horas a la deriva en el Atlántico Sur, soportando temperaturas cercanas a los 0 °C, hasta ser rescatados.
Este equipo estaba destinado a ser utilizado en situaciones de emergencia, urgencia, seguridad y socorro desde una balsa salvavidas.
Es autónomo, se acciona manualmente mediante un magneto con manivela que genera la energía necesaria para operar.
Permite emitir señales en código Morse (CW – Continuous Wave), radiotelefonía y señales de alarma. También puede transmitir el mensaje internacional de auxilio “Mayday” y comunicaciones de seguridad (Sécurité).
Al ser recibida la señal, las estaciones pueden ubicar el origen mediante triangulación radioeléctrica. Hoy en día este procedimiento fue complementado con sistemas satelitales, pero la lógica operativa es la misma.
Es un equipo estanco, pensado para operar incluso si se arroja al agua. Puede ser utilizado dentro de la balsa o instalado en tierra en caso de que la balsa arribe a una isla.
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